Merce


¡Pedro!, Pedro y sus pensamientos, Pedro y sus cuestionamientos…sus preguntas…sus respuestas…sus dudas…sus certezas…sus inquietudes…sus iniciativas…sus afectos…su sensibilidad…su practicidad.
Y entonces: ¿qué es el centro?, ¿cuál es el centro?, ¿dónde está?, ¿Cómo encontrarlo?.
Últimamente y a partir de haber cumplido mis cuarenta y diez estoy convencida que el centro es “el otro”, ese sujeto que está delante de mí, por el que puedo hacer algo –aquí y ahora- . Ese otro que me da plena existencia, que me refleja, que me da sentido, que da vida.
Por esto “el centro” nunca es el mismo, es cambiante, nunca es único, hay muchos y son diversos, hay tantos como semejantes tenemos.
Pedro…”el centro” es como esa letra “U” que hay que escribir aunque no se escuche,  ni se pronuncie, ni se nombre y es absolutamente necesaria para escribir el nombre de un “hermano”.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Te quiero mucho!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.
Tu Tía Mercedes.